sábado, 25 de febrero de 2012

Ckonsky, lingüista y socialista libertario

La primera vez que oí hablar de Chonsky fue de la mano de mi amigo Juan Camacho, conejero (naturales) de la isla de Lanzarote, con quien coincidí en mi vida universitaria allá por los años 70. La verdad que me resultaba difícil seguirlo, por lo complejo de sus análisis lingüísticos. Sé que Juan, una inteligencia priviligiada, siguió profundizando en su obra y hasta ahí supe de su existencia. Por lo que he recopilado, Chonsky está de moda, sobretodo, por su aportación crítica, al desvelar las estrategias de manipulación de las clases dirigentes para seguir perpetuándose en los núcleos de poder a costa de las clases populares. En los años 70 nada sabía de la tendencia izquierdista (a este profesor de Harvard y del ITM le gustaba definirse como socialista libertario) de Noam Chonsky, ahora he sabido de su militancia por la defensa de los derechos cívicos y sociales, extremo que, ante tanto neoliberalismo dominante, me alegra y me produce una gran admiración y respeto. Hace pocos días me llegó de una amiga el documento de su autoría 10 Estrategías de Manipulación. Hoy sigo sin entender los tratados de linguística que ha dejado escritos, sin embargo, este documento de Estrategias lo he cogido al vuelo, no sólo por su sencillez y claridad, sino tambiém por su  fuerza de denuncia contra el status de las clases dirigentes, éso es verdaderamente lo que me ha emocianado.  A través de este entrada, reproduzco el documento 10 Estrategias de Manipulación para que sirva de reflexión y reacción ante tanta anestesia conservadora y neoliberal.

domingo, 19 de febrero de 2012

Fiesta por la jubilación de Manolo

Fué una fiesta sencilla, como lo es el jubilado, alegre, entrañable,  y de exposición de las cualidades culinarias de sus compañeros en la IGS de Las Palmas de Gran Canaria. Conocí a Manolo en mi segunda etapa en la IGS donde colaboró conmigo en algunas actuaciones inspectoras. Sus conocimientos informáticos me sacaron de muchos apuros y los informes siempre tenían los anexos-gráficos de Manolo. Prudente, sabio aunque no lo pareciera, discreto y atento, así recordaré a Manolo. Tenía unas ganas tremendas de jubilarse y contaba los últimos días con la ansiedad propia de quien dando mucho de su vida a la causa pública esperaba su retirada para dedicar el resto, con plenitud, a sus cosas y a su familia. Me quedo, de las dos etimologías de la palabra jubilación, la hebrea y la latina, con esta última que se corresponde con alegría y júbilo. Fué una fiesta alegre en la que la polka creada por Jose para la ocasión, a ritmo de timple y guitarra, con sus estrofas ingeniosas y creativas nos proporcionó a todos las risotadas más sonoras y abiertas. Agradecida fué la presencia entre nosotros de la Inspectora General que incluyó en su agenda este compromiso con la jubilación de Manolo y, también, la de nuestro anterior compañero Pablo Abreu.

Desde el punto de vista culinario, algunos aportamos lo mejor de nuestros conocimientos de cocinillas y otros controlaron la intendencia. Nieves se trajo su empanada y croquetas caseras, Salomé me hizo la competencia con su exquisita y afrancesada quiche de puerros y cebollas, con un toque de quesos, Jose con sus chorizos parrilleros, Lola nos sorprendió con una tarta casera a los tres chocolates, Loli también aportó tarta al igual que la esposa de Manolo y, finalmente, yo me comprometí con un pastel de mariscos. El resto de la intendencia quedó en manos de Marisa, Rosario y otros compañeros.

Aprovecho esta entrada para dejarles la receta del pastel:

Ingredientes:

- 1 Kg. de mejillones
- 12 piezas de langostinos del nº 3
- 300 g. de pescado blanco (en esta receta pámpano)
- 1 puerro
- 5 huevos (de mis gallinas)
- 200 g. de nata
- Medio baso de leche
- 200 g. de salsa de tomate
- Nuez moscada y pimienta blanca
- Aceite, mantequilla, sal y un chorrito de Brandy

Preparación:

Limpiamos los mejillones y los ponemos a guisar al vapor con un chorrito de vino blanco. Separamos la concha y cortamos finamente su carne. Reservamos. En el agua del guiso napamos ligeramente el pescado y los langostinos. Las cabezas las sofreimos con mantequilla y las flambeamos con brandy. Las trituramos con la leche, pasamos por el chino y reservamos. Anteriormente tenemos el puerro sofrito, pero con muy poco aceite. Una vez tenemos todos los ingredientes tratados por separado, los mezclamos con el jugo de las cabezas de los langostinos, salsa de tomate, huevos batidos y la nata. Salpimentamos al gusto y vertemos en nuestro molde rectangular, previamente untado de mantequilla y una ligerísima capa de pan rallado. Pasamos al horno, bien a calor seco o al baño maría. Temperatura: 170º y tiempo: 45 minutos, aunque se puede variar a más alta temperatura y menor tiempo.

Personalmente me gusta el pastel con tropezones, caso contario, se puede elaborar una pasta fina que lo puede facilitar un simple pasapurë o cualquier otro utensilio de cocina, sea manual o mecánico.

Emplatado:

Desmoldamos el pastel y lo cubrimos con una ligera capa de mahonesa o salsa rosa. La decoración (ver la imágen) se puede poner una base de lollo verde/morado o tanbién unas hojas y flores de capuchina. En la cubierta algunas espirales de langostino en los extremos y en el centro una rosa elaborada con la cáscara de un tomate.

Como entrante o aperitivo, acompañado de un buen vino blanco, nos sorprenderá.