miércoles, 17 de junio de 2015

Recetario: Lomos de caballa en salsa de tomate con cebolla gratinada

La caballa es un pescado humilde que siempre formó parte de la dieta de la  gente marinera y popular.  No tuvo muchas versiones ya que la mayoria la consumía en escabeche, frita o en asados. Como carnada siempre ha sido muy valorada por los pescadores. En el mercado, cuando está fresca, es irresistible por su brillo y por la viveza de sus ojos, además por su economía y sus propiedades, como pescado azul, de la categoría de los cardiosaludables. He ensayado con la caballa varios platos, alguno como la hamburguesa, se puede consultar en este blog, también en rellenos de sushi, y a la plancha con salsa tártara queda muy fresco para el verano. El de hoy es una variante del pescado a la portuguesa que también se puede consultar.


Ingredientes:

- Dos caballas grandes
- Tomates
- Cebollas
- Papas
- Harina
- Vino blanco
- Perejil
- Sal, pimienta y azúcar moreno
- Aceite de oliva virgen

Elaboración:

Pedimos al pescadero que nos separe los dos lomos de cada caballa, y si está de buen humor, además, que nos divida las dos piezas de cada lomo,  evitando así las espinas centrales y las de la ventrecha. Son estas espinas molestas y muy traicioneras. Si nos ponemos muy exigentes le pedimos también que nos quite la finísima piel, casi de seda, que las recubre.  Salpimentamos y enharinamos muy ligeramente. Pasamos por la sartén (vuelta y vira) y reservamos.

Preparamos una salsa de tomate básica con una cebolla, un chorrito de aceite y sal. Al final le añadimos una cuchara sopera de azúcar. Trituramos en el pasapuré y reservamos.

Finalmente, freímos la cebolla en aros o en juliana y añadimos unas gotas de vino blanco. Una vez evaporado, sacamos la cebolla y dejamos que el aceite se empape en papel absorbente. Reservamos. Finalmente unimos todos los ingredientes, antes de emplatar, en el siguiente orden: salsa, lomos y encima de éstos la cebolla. Pasamos al horno, espolvoreamos el perejil y gratinamos.


Emplatado: 

En el mismo orden anterior  y añadimos unas papitas sancochadas.

 Como siempre un buen vino blanco, para mi gusto seco.