lunes, 25 de julio de 2011

Escuelas de Capacitación Agraria




Me he tenido que relacionar con las Escuelas de Capacitación Agraria ECA (Bañaderos-Arucas, Los Llanos de Aridane-La Palma y  Tacoronte-Tenerife) por dos razones diferentes. El primer contacto lo tuve ya hace más de una década y fue por motivos profesionales relacionados con mi función de Inspector de Servicios. No sabría precisar la fecha exacta, pero creo que fué entre 1995-1997, el Plan Anual de Inspección de la Inspección General de Servicios recogió la realización de una auditoría de gestión a las escuelas anteriormente citadas. En mi análisis, la formación agraria que no fuera universitaria, estaba organizada fuera del sistema educativo ordinario y como otros productos de la educación franquista de la época tenía un destinatario muy definido, en este caso, la clase campesina que desde la estructura de la formación profesional permitía que algunos de sus miembros accedieran, a través de la figura del Capatáz Agrícola, a determinado nivel de poder y, sobretodo, de influencia de colaboración casi política con los caciques agropecuarios del medio rural franquista. El tema daría mucho para hablar y, por supuesto, en la auditoría que realicé no entré en estas profundidades político-agrícolas del franquismo y de la Ley Villar Palasí, General de Educación, que aún manteniendo aquella estructura formativa caduca algunos años más, sentó la posibilidad de una integración progresiva de la formación agraria en el sistema ordinario de la enseñanza.


Si algo tengo que destacar de la auditoría, a la que me refiero, es la excelente disposición de todo el personal de las escuelas a la colaboración en la función auditora que se les solicitaba y, muy especialmente, su entrega y alta cualificación, como personal docente y de servicios, a los programas educativos que se  impartían en las ECA. El tiempo me ha dado la razón en algo que se recogió como conclusión y propuesta en el informe de auditoría. La formación agraria y el personal docente que la impartía no podían estar ajenos a las reformas educativas posteriores, en las que la integración de ese personal en Cuerpos y Escalas docentes y la movilidad entre ellos, sin duda enriquecería el sistema educativo en dos valores esenciales para todo cambio: la experiencia y la innovación. 

El segundo contacto, que justifica esta entrada, que he mantenido con las ECA lo he hecho como ciudadano demandante de un servicio público, el de la formación agraria. Precisamente, esa formación agraria que he venido recibiendo en estos dos últimos años, merece un reconocimiento y una reflexión. Reconocimiento a la oferta anual de cursos de todas las escuelas citadas y a los profesores que la han impartido por su dedicación, profesionalidad y proximidad. Si importante ha sido la formación, igualmente lo ha sido, cuando he tenido que desplazarme a las escuelas de Los Llanos y Tacoronte, los servicios de alojamiento y manutención que prestan. Gracias a esa formación, puedo aportar a la sostenibilidad y al medio ambiente agrarios, mi parte de respeto a los ecosistemas agrarios y contribuir en la conciaciación de que no todas las prácticas agrarias, por rentables que sean, están siempre justificadas.

Finalmente, la reflexión que lanzo tiene que ver con el escaso conocimiento informativo de este recurso, tan importante para el sector primario y del que más bién se aprovecha poco, sobretodo, en sectores de población juvenil y de gente madura para la actividad agrícola, que bien han desertado del sistema educativo reglado o que se encuentran en paro. Creo que las administraciones insulares en coordinación con las locales debieran prestar campañas de captación, no sólo para el autoempleo, si no también para el cooperativo y por cuenta ajena. Con tantas fincas y huertos abandonados, creo que existe un potencial de empleo y de recuperación del sector primario nada despreciable. La planificación de programas de este tipo no sólo va con inversiones y subvenciones. Es necesario dedicarle imaginación y voluntad políticas.   

PD: Las fotos se corresponden con la ECA de Tacoronte, lugar donde he cerrado mi formación agraria con un curso sobre riego y fertirrigación.

2 comentarios:

  1. Me gustaría decirte que todo esa visión que tienes de la escuela,de que todo está bien,que se cumple la "ley" para todos por igual y que ayudan a los jóvenes y adultos para formarlos de una forma muy profesional,te puedo decir, Quique... que no hay nada más lejano de la realidad! y estás viendo espejismos en un desierto.Yo estudié en la Agraria por cuatro años y viví allí,te aseguro que sé muy bien lo que te digo,que no te vendan la moto,la Agraria ahora mismo es un "burdel", centro de bucaneros y de lacallos. Los alumnos viven asutados, desmoralizados y casi ninguno se queda a repetir. Antes, con el antiguo director, la cosa era diferente. Ahora son todo mentiras, peloteo, recelos y si no te apuntas al carro ya estás suspendido, como le ha ocurrido a muchos... bueno, te dejo porque hablar de esto me pone enfermo!

    pd: ... antes de que tú llegues a una "inspección", ya está todo preparado. Tú no sabes cómo hablan: ni los alumnos, ni los trabajadores, ni las chicas de la limpieza, porque nunca te van a decir nada pero todos están AMARGADOS con esta NUEVA DIRECCIÓN. Ah, me olvidaba...: tú necesitas papeles firmados.

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  2. José Enrique hernández Curbelo5 de septiembre de 2011, 16:54

    Gracias por su comentario. No quiero dar a entender que todo en las escuelas de capacitación agraria está bien. Mi entrada la justifica mi experiencia personal en la formación agraria no reglada que he recibido. Ya hace años que dejé mi función de Inspector y muchos más la auditoría que hice a las escuelas.Entre otras debilidades organizativas que recogí en mi análisis estaba la escasa participación de los alumnos y padres en la gestión de las escuelas a través de los Consejos Eescolares. Creo que parte de los problemas que denuncia pueden tener cabida en esos consejos escolares que de no tener cobertura en la actualidad debieran reglamentarse o adaptarse, en su caso, a la legislación educativa vigente. En cualquier caso, si tiene documentada su denuncia le animo a que la curse a la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural.

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