viernes, 6 de mayo de 2011

Mi cosecha de papas negras


    Ésta ha sido la tercera siembra  de mis papas negras (negra oro y negra yema). La cosecha ha sido generosa (30 kilos recogidos, por 2 plantados), si bien tengo que decir que la intensidad del color amarillo de la pulpa ha ido disminuyendo, aunque no su textura y sabor. Se plantaron en octubre, con abono de mi propio compost (restos verdes y estiercol mixto de caballo, cabra y gallinas) y se recogieron en febrero. El riego fué el agua de lluvia y en una sola  ocasión se sulfató (S.C.) Esta vez mejoré y cuidé su almacenaje: separé la semilla para la próxima siembra, y las de consumo, en un lugar fresco y oscuro del alpendre, bien extendidas sobre sacos de arpillera. Mis amigos y familia ya han disfrutado el consumo de esta papa y agradecen (yo también) el momento escogido para acompañarla, preferentemente con pescado, carnes y leguminosas, un día de primavera soleado y una buena sobremesa, en la que se habla de todo un poco, disfrutando del entorno de la finca, sabiendo que, a donde quieras que mires, el horizonte de los puntos cardinales en que se sitúa, te ofrece la amplitud del mar, el cielo y las cumbres de Gran Canaria, en la que destaca la pétrea,  fría  y siempre presencia del Roque Saucillo. 

1 comentario:

  1. Que la gente sepa que las papas negras de yema también se cultivan en La Palma y en Lanzarote. Si se empieza a cultivar en Gran Canaria estupendo. A ver si el Cabildo promociona este exquisito producto.

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