No recuerdo con claridad, en mi niñez, cuándo mi madre por mi cumpleaños y el de mis hermanos, y después el de sus nietos, nos obsequiaba con esta tarta de chocolate y crema de mantequilla. Lo cierto es que yo he repetido esta tradición familiar con mis hijos y ellos siempre la esperan. Si no hay tarta de la abuela parece que la celebración no es la misma. Es una tarta que se toma fría y con un día de elaboración. Cuanto más se retrase su consumo más gustosa estará.
Ingredientes:
- 1 litro de nata
- 350 gramos mantequilla o de margarina
- 150 gramos de azúcar glas
- 250 dl de leche
- 2 huevos- Galletas María tipo hojaldrada
- Un chorrito de cointreau o cualquier otro licor
Preparación:
1.- Chocolate:
Preparamos 24 horas antes el chocolate. Ponemos a hervir la nata con la mantequilla o margarina (100 g.). Quitamos del fuego e incorporamos el chocolate troceado y con cuchara de madera daremos vueltas hasta que el chocolate quede totalmente diluido. Dejamos a temperatura ambiente y lo ponemos 12 horas en la nevera para que nos facilite posteriormente el trabjo de extendido.
2.- Crema:
Metemos en la batidora o en nuestro robot 250 g. de margarina (la prefiero a la mantequilla pues es más ligera). Ponemos el azúcar y una vez haya blanqueado y cogido volúmen, uno a uno, incorporamos los huevos. Batimos sin que se genere mucho calor y nuestra crema de relleno ya está lista.
3.- Galleta:
El tercer ingrediente de esta tarta es la galleta, la leche y el licor. Ponemos la leche en un plato, goteamos el licor y humedecemos las galletas. Pasamos a nuestro molde, combinando una capa de crema, otra de galletas y otra de chocolate. Rematamos y dejamos en nevera 16 horas.
Desmoldamos dándole calor, en baño maría, al molde y alisamos y marmoleamos las betas de crema y chocolate. Podemos adornarla con guindas o, en manga pastelera, con suspiros de trufa de chocolate.
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