lunes, 2 de julio de 2012

EL PEMAC y las organizaciones sindicales: caminos equivocados

El Programa Estratégico de Modernización y Mejora de los Servicvios Públicos de la Administración Pública Canaria, en adelante PEMAC, es el segundo documento que aprueba el Gobierno de Canarias, por el que se adoptan medidas para la modernización y calidad de los servicios públicos.  El primer acuerdo se remonta al 22 de abril de 2008, en aquel entonces el Gobierno (VII Legislatura) estaba formado principalmente por Coalición Canaria y el Partido Popular, ahora (VIII Legislatura) el pacto de gobierno lo integra Coalición Canaria, CNC y el Partido Socialista Canario, quien a través de la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad (en manos socialistas), lidera y continua este proceso de modernización. Hay muchas diferencias de calado entre el primer acuerdo y este segundo que tan absurdamente han rechazado las organizaciones sindicales. Una de las diferencias principales, si no la más importante, es que aquel  programa de 2008 fue, sobretodo, preparado por una Consultora externa y éste de 2012, a coste cero,  ha sido íntegramente trabajado por el personal técnico de las diversas Consejerías del Gobierno y coordinado por la Inspección General de Servicios.

Sin perjuicio del reconocimiento constitucional a la acción sindical y de la participación de sus organizaciones en la función pública y en todos los procesos de consulta y participación en lo público, en aquellos asuntos en que el ordenamiento jurídico (OJ) así lo establece, no es de recibo que los representantes sindicales se retiren o renuncien a un derecho de consulta y participación como es el caso del PEMAC. Están equivocados si piensan que sus cabezas pensantes son el pan y la sal de la tierra, y que más allá de sus propias narices, no existe nada más que el vacío. El conocimiento y el capital intelectual de los empleados públicos no está precisamente, al menos en exclusividad, entre los líderes y afiliados a los sindicatos. Por supuesto, ellos también son cultura pública, pero no tienen patente reconocida y registrada. Juegan el papel que el OJ les atribuye y, por tal motivo, la Administración Pública debe respetar y amparar siempre lo que la legislación establece en los procesos de consulta y participación.

Y éso es lo que ha promovido la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad al convocarlos a la Mesa General de Empleados Públicos. Sin renunciar al contexto político en el que se ha desarrollado el PEMAC, hay que decir que el documento que lo soporta no es un documento político sino preferentemente un documento técnico y, por supuesto,  de visión estratégica. Esa ha sido la aportación, como nunca se ha hecho, de todo el personal que ha participado en su elaboración. Sin necesidad de consultoras al uso y provecho, se ha trabajado un documento participativo, serio y viable. No pasará nada si los sindicatos no aportan sugerencias de mejoras o, incluso sana crítica, siempre que ésta sea fundada. Por lo recogido en la prensa, lo dicho por algunos de sus portavoces raya la ignorancia, la falta de información y la mala fe. Como señalaba anteriormente, el conocimiento y el capital intelectual  de la Administración Pública canaria, no está  principalmente en sus clases dirigentes y sindicales, sino, especialmente, en el colectivo de empleados públicos que día a día se esfuerzan por mejorar los servicios públicos  a pesar, incluso, del atropello   a sus derechos sociales y laborales  que esa misma clase dirigente le impone. El PEMAC es innovación, modernización, eficacia, eficiencia, apuesta por la calidad, implicación y mejora en la prestación de los servicios públicos. Más allá de estos principios sólo existe la demagogia  e ignorancia de unos y otros. 

Finalmente, quiero terminar esta entrada resaltando la responsabilidad política que el propio acuerdo (apartado Cuarto) atribuye  al Gobierno, al recoger que  "Todos los departamentos del Gobierno de Canarias y sus organismos públicos, deberán participar e implicarse de FORMA ACTIVA en la consecución de los objetivos perseguidos con el presente acuerdo, siendo las personas titulares de los mismos las resposables de la efectiva implicación de todos los centros directivos y organismos públicos, correspondiendo a la Inspección General de Servicios el control en su aplicación y cumplimiento."

El PEMAC, en su desarrollo e implementación, una vez lo apruebe el Gobierno, necesitará en todas sus Líneas desarrollo reglamentario, mucha formación y su correspondiente APOYO FINANCIERO. Si no fuera así, el documento inicial aprobado por el Gobierno sería un brindis al sol o, dicho de otra manera, un fraude programático. ¿Moverán ficha?