Mis hijos siempre me piden que les haga, cada cierto tiempo, este rico plato italiano de pasta. No sé si el patrón que sigo es el originario. En cualquier caso es una lasaña, como tanta muchas, que hacemos los aficionados a la cocina. Me queda el mérito, que probada por una amiga italiana, quedó gratamente sorprendida, reconociendo mi labor y osadía.
Ingredientes:
- Pasta de lasaña para cocinar en crudo
- Pechuga de pollo molida
- Salsa de tomate casera
- Espinacas
- Cebolla
- Especias: nuez moscada y orégano
- Salsa bechamel
- Queso parmesano
- Tacos de mantequilla
Preparación:
Debemos tener preparada una buena salsa de tomate casera, a base tomates maduros, una cebolla, un poco de sal y, al final, cuatro cucharadas soperas de azúcar. Sofreimos una cebolla, añadimos la carne molida, previa salpimentación y la espolvoreamos con nuez moscada. Una vez suelte todo el agua sobrante reservamos. Guisamos cinco minutos la espinaca y la cortamos en juliana, la unimos a la carne. Preparamos la bechamel (aceite-mantequilla, 4 cucharadas de harina y un litro de leche), salamos y batimos rápido hasta que esté a punto de crema suave.
- Tacos de mantequilla
Preparación:
Debemos tener preparada una buena salsa de tomate casera, a base tomates maduros, una cebolla, un poco de sal y, al final, cuatro cucharadas soperas de azúcar. Sofreimos una cebolla, añadimos la carne molida, previa salpimentación y la espolvoreamos con nuez moscada. Una vez suelte todo el agua sobrante reservamos. Guisamos cinco minutos la espinaca y la cortamos en juliana, la unimos a la carne. Preparamos la bechamel (aceite-mantequilla, 4 cucharadas de harina y un litro de leche), salamos y batimos rápido hasta que esté a punto de crema suave.
En bandeja de horno, chorreamos el fondo con una capa de bechamel, encima las láminas crudas de pasta, seguimos con la carne, espolvoreamos el orégano y se cubren los huecos con el tomate y la bechamel. Repetimos la operación tantas capas como nos permita la bandeja. Terminamos la última capa con tomate y bechamel, espolvoreamos el orégano y cubrimos todo con el queso rallado y unos dados de mantequilla. Ponemos al horno 30 minutos y gratinamos a fuego suave 5 minutos más. Les aseguro que en horno de leña los defectos quedan salvados por el olor y sabor ahumado de la brasa incasdescente.