Hoy me tomo la licencia de hablarles de uno de los festivales de música clásica mas importantes de Europa, pero no como experto, que no lo soy, sino como uno de los tantos espectadores que disfrutamos con este tipo de música y de los artistas que la protagonizan.
Sublimes la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, su Director Vassily Sinaisky y, particularmente, el joven pianista George Li quien rozó, a pesar de su juventud (23 años), el súmmun de la interpretación en la puesta en escena del Concierto para piano y orquesta nº 1, en Si bemol menor, opus 23, de Piotr Tchaikoswski. En el texto que se nos facilita a la entrada del Auditorio Alfredo Kraus, atribuido a Guillermo García- Alcalde, se nos dice al final de las notas que escribe que "Crece poderosamente el sonido, el piano se centra en un endiablado motivo de octavas, y todos, finalmente, se ensamblan en un remate victorioso."
La segunda pieza del Programa, Sinfonía nº 2 en Mi menor, opus 27, de Sergei Rachmaninov, no fue menos, volviendo a García- Alcalde, quien describe en el Allegro vivace que, "el final es un estallido de fuerza, luminosidad y poder"
Brillante, paroxístico, gozoso el momento vivido, que buena falta me hacía, que además facilitaba el propio Auditorio, en el magnífico entorno nocturno de la Playa capitalina de Las Canteras, en el que se ubica. Hago votos de acudir el próximo año a este espectáculo de cultura y arte a la vez.