Siempre hay algún día en el que te sientes especialmente inspirado para agradar a tu familia y amigos Ese momento me llegó un viernes, un día cualquiera de los tantos viernes en los que mis hijos y amistades vienen a comer a casa. Me puse manos a la obra, muy temprano me fui al Mercado Central y compré la materia prima adecuada a los platos que previamente había pensado. Tenía que sorprender para romper la rutina de los platos que habitualmente cocino para ellos. Así que se me ocurrió hacer algo nuevo y determiné que sería algo fresco para el primer plato y postre y una carne con elementos jugosos para horno.
Menú para el viernes día 29 de septiembre de 2018
Primer plato:
- Salmorejo de beterrada
Aproveché una buena betarrada cultivada en Finca Mayo que licué junto a unos tomates de pera, un diente ajo, un pan blanco de Amaro, vinagre, sal y un buen chorro de aceite de oliva virgen Dejé en nevera toda la mañana Serví con huevo duro picado, tiras de un buen jamón serrano y picatostes para quien lo quiso.
Segundo plato:
- Musaka
Años que no me atrevía con este contundente plato griego que preparé consultando algunas recetas en Internet. Cambié la carne de cordero por la de ternera, hice el refrito de cebolla, zanahorias y tomate y cuando estaba bien pochado le añadí medio vaso de vino tinto, dejé volatizar el alcohol y, finalmente, mezclé con la carne picada de ternera y dejé sofreír diez minutos.
Aparte, preparé las papas en rodajas y las berenjenas fritas que me servirían de estructura para montar la musaka en este orden: piso de papas, berenjenas y carne, y así repetirlo dos o tres veces más. La última capa se pincela con bechamel. El tomillo fue la especia elegida para aromatizar el plato.
Postre:
- Natilla blanca de leche de almendra
En su elaboración se sigue parecido procedimiento al de las natillas, aunque aquí sustituimos la leche por un preparado líquido de almendras. Espesamos con maicena y aromatizamos con dos palos de canela y cáscara de limón. En en la presentación añadimos almendras fileteadas tostadas, polvo de canela y ralladura de limón.
Como remate un buen vino tinto en la comida y en la sobremesa mistela de moscatel tinta elaborada en Finca Mayo. No podía estar más que satisfecho por esta jornada en familia de la que participó también mi buena amiga vasca.