martes, 23 de abril de 2019

Sancocho canario de Viernes Santo








Lo que en la América hispana se llama sancocho, es decir, una sopa o caldo a base de tubérculos, carnes y verduras (en Canarias puchero) en nuestro acervo gastronómico el sancocho canario es un plato seco, sin caldo, cuyos elementos definidores son el cherne u otra variedad de pescados salados, las papas y batatas sancochadas (guisadas en agua), en algún localismo también el ñame, la pella de gofio y el mojo colorado. Es un plato popular para fiestas y, sobretodo, para la Semana Santa ya que se imponía por la Iglesia Católica  el no consumo de carne en esos días.


En muchas familias se suele poner en la mesa dátiles, higos secos y ensalada simple con huevos duros. El gofio del que ya he hablado en anteriores entradas se prepara con el agua hervida de la cocción del pescado, aceite y un poco de azúcar o, en su caso, plátano escachado y, una vez amasado, se le da solidez en forma de pan.


En Finca Mayo estas minivacaciones de Semana Santa se ha trabajado duro, como cualquier otro día no festivo, terminándose el montaje de las espalderas de la vid y otras actividades de mantenimiento de los cultivos de legumbres.


Este Viernes Santo fui liberado de preparar el sancocho y tengo que decir que Mapi, en funciones de cocinera, lo hizo muy bien. Todos quedamos a gusto, agradecidos y esperanzados de que esta tradición se siga manteniendo en los hogares canarios.

Incorporo a este post el postre de torrijas que se nos quedó atrás, elaborado al día siguiente para endulzar, con carácter diferido, el sabor marino y salado del sancocho.